Rosetta Forner

Mentalizándonos

Sólo conozco dos modelos universitarios: el español y el americano. Mi experiencia americana me enseñó que cualquier persona puede estudiar si quiere: hay quien trabaja para pagarse los estudios, o piden un crédito para financiárselos. Trabajar para financiar los estudios no es una bajeza, ni prueba de pobreza económica, sólo una manera de entrenarse en luchar por lograr aquello que se quiere. El sistema americano potencia y propicia la meritocracia, y que la gente se busque la vida. En España hay demasiada subvención. Menos trabas y más facilitarle a la gente que pueda alcanzar sus metas. Como país, necesitamos un cambio de mentalidad a todos los niveles. Imaginemos que se implanta un modelo «americano»: ¿concederían los bancos créditos a los estudiantes para que pudiesen pagarse una carrera y devolverlo cuando encontrasen trabajo, y a un interés razonable? ¿Pagarían las empresas a los becarios y recién licenciados algún dinero en vez de «nada»? ¿Se enseñaría en español en todas las universidades para que la gente pudiese escoger donde estudiar? ¿Se acabarían los enchufismos o aquello de estudiar donde se ejercerá de profesor? (En EEUU esto no es posible). ¿Realmente cualquier persona, no importando su extracto social, tendría igualdad de oportunidades? Necesitamos un cambio de paradigma, de mentalidad, que quizá deba liderar la universidad –lugar donde antaño se estudiaba y aprendía; pero hogaño se practica el «podemizar»–. La Universidad debería recuperar los valores y el sentido que tuvo en el pasado; y la sociedad, como tal, revisar unas cuantas materias en las que suspende. En una sociedad liberal, el Estado garantiza la igualdad de oportunidades –o, como poco, no las obstaculiza–, propiciando que la universidad prepare a la gente para una profesión con la que luchar por los sueños propios y por mejorar el sistema. La universidad es para jóvenes, y para todo aquel que quiera aprender, ampliar conocimientos o adquirir nuevas destrezas para variar su rumbo profesional. Cambio de mentalidad: el saber no ocupa lugar ni debería ser imposible de pagar.