Irene Villa

No perderse nada

La vida es un regalo tan fugaz que no queda otra que estar en permanente estado de consciencia, valorando lo que somos y a quienes tenemos a nuestro lado. Es lo más preciado, el mayor milagro, por algo jamás nos arrepentimos de dar vida, sin embargo sí lamentamos, quizá de por vida, interrumpirla. Gracias desde aquí a la iniciativa de Cáritas de ayudar a la mujer embarazada, a la Fundación Madrina y demás organismos que realmente están defendiendo los derechos de la mujer. También relacionado con la vida, pero en otro momento, en su ocaso, es el hecho que ha conmocionado a Estados Unidos y al mundo. Brittany Maynard nos dejó voluntariamente hace apenas dos semanas, por una razón de peso. En su mejor momento, 29 años, recién casada y pensando en tener hijos, unos constantes dolores de cabeza le llevaron de una consulta a otra hasta que le dieron la fatal noticia: tenía un tumor cerebral terminal, el más mortal de este tipo de tumores, con un proceso de tratamiento muy agresivo y doloroso, y seis meses de vida. Ella misma decía que fue un alivio trasladarse a Oregon, uno de los pocos estados del país que reconoce el derecho a la eutanasia, y saber que no moriría como le describieron. Su marido estaba de acuerdo en que pudiese decidir cuándo el sufrimiento era suficiente. Incluso su madre quería que dejase la vida como ella era: autónoma, brillante, aventurera. Pero dejó claro que su principal mensaje es el amor por vivir: «Valorar la vida es estar seguro de que no te pierdes nada».