Números

La RAE, como tantas y tantas veces, terminó por adoptar las expresiones del pueblo, donde la lengua vive. Recuerda que Derby fue un conde inglés que fundó esa famosa carrera de caballos al definir «derbi»: «1. Competición hípica, especialmente aquella que se celebra anualmente y en la que corren ejemplares de pura sangre de tres años de edad». «2. Encuentro, por lo común futbolístico, entre dos equipos cuyos seguidores mantienen constante rivalidad, casi siempre por motivos regionales o localistas».

El derbi es en el Calderón; un derbi liberado de pancartas tan ominosas como aquella que apareció en el Bernabéu y que aludía a la nula competencia del vecino: «Se busca rival para derby decente. Razón aquí». Unas derrotas después, hasta la victoria, hubo respuesta en el Manzanares: «Cada noche de derby, vuestra peor pesadilla». Hoy, la igualdad prevalece, a pesar de las heridas abiertas en Lisboa y Milán.

Los números recientes de ambos explican, pero no aclaran, porque en el fútbol la cuenta no sale hasta que el árbitro pita el final. Los del Atlético son peores que los del curso anterior y no avalan el trasvase del «estilo Bilardo» al «método Menotti». El Atleti juega mejor –excepto en el Sánchez Pizjuán y en Anoeta– y defiende peor. Salvo contra el Sevilla y la Real, en sendos partidos que van de lo malo a lo catastrófico, ha dado muestras de dibujo agradable y solidez. Ante el «eterno» debería demostrarlo para no caer en depresión. ¿Y el Madrid? Con Zidane no pierde fuera de casa en Liga desde hace 17 partidos, y no cae derrotado desde abril. Invicto. No entusiasma, pero casualidad no es. A ver quién manda en la capital.