Literatura

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Ojos que miran

La Razón
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Carlos Fuentes lo expresó a la perfección en su novela «La silla del Águila»: «Hay cosas que sentimos en la piel, otras que vemos con los ojos y otras que no más nos laten en el corazón». Pero hay un momento, un instante en el que todo ello converge al mismo tiempo y se nos hace bola, y es cuando la vida se nos atraganta y entramos en combustión.

En los últimos días, dos imágenes han dado mucho que hablar, y no siempre en el mismo sentido. Un cartel promocional de la serie «Narcos» en plena Puerta del Sol, bajo la atenta mirada del legendario luminoso de Tío Pepe, donde el Pablo Escobar de ficción de la serie que emite Netflix aparece junto a la frase: «Oh, blanca Navidad». Unos lo han visto como algo infame, desafortunado y vergonzoso, y otros han optado por entender el guiño publicitario aceptando el órdago del humor. La razón, como la risa, va por barrios y cualquiera se atreve a decantarse, que anda la cosa muy calentita. Casi al mismo tiempo, la imagen de dos patinadores sobre hielo rusos, ataviados con uniforme de prisioneros de un campo de concentración nazi mientras sonaba la música de la película «La vida es bella» durante su actuación en un programa de televisión, nos impactaba nuevamente la retina. Mientras la campeona olímpica rusa explicaba que con su ejercicio artístico pretendía homenajear a la víctimas del Holocausto y acercar esa parte de la historia a los más jóvenes, muchos expresaban su indignación por convertir un drama en un show, insistiendo en que una tragedia no puede convertirse en espectáculo. Creo que para esto último ya llegamos tarde. Quizá hemos convertido la vida en un espectáculo, el mundo en un circo de tres pistas, en un enorme plató de televisión, en una inquietante obra de ficción que observamos ajenos a la realidad hasta que una imagen nos golpea y nos devuelve a ella, o más bien, nos despierte a ella. A veces no reconocemos la vida hasta que nos la convierten en ficción, en puro espectáculo, y solo entonces nos sacude. No sé cual es la manera correcta de verla. Será cuestión de seguir mirando.