Política

Carmen Enríquez

Orgullosos de su misión

Orgullosos de su misión
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Ellos, José Velasco y Antonio Jodrá, fueron los dos escoltas del que era entonces Príncipe Don Juanito, los encargados de velar por su seguridad en 1948, cuando era un recién llegado a un país cuyo jefe de Estado era el principal enemigo de su padre. Fueron, por tanto, también testigos de la soledad y el aislamiento en el que el entonces niño de 10 años se vio obligado a vivir después del acuerdo al que llegaron su padre, Don Juan de Borbón y el general Franco para que se educara y viviera en España.

De aquellos días en Las Jarillas, tanto el Rey como los guardias civiles José Velasco y Antonio Jodrá conservan vivencias que tuvieron oportunidad ayer, 66 años más tarde, de rememorar en el Palacio de la Zarzuela. Los antiguos escoltas de Don Juan Carlos, ambos nonagenarios, fueron recibidos con un efusivo abrazo por un monarca que se mostró encantado de volver a verlos. La carta enviada por uno de ellos, José Velasco, para interesarse por su salud, en la que le confesaba lo orgulloso que estuvo de la misión que le encomendaron de velar por él, fue el detonante del encuentro de ayer. Y la sensibilidad de un Rey que no olvida a los que le protegieron cuando se sentía muy desvalido.