Otro desgarrador feminicidio

Desde hace un tiempo, en España vivimos sumidos en un permanente estado de tensión y zozobra como consecuencia de la actuación de algunos, cuyos efectos inmediatos ya estamos viviendo. Las soluciones a ello ya están desplegadas, tanto en el plano político como en el judicial. La actuación en cada de uno de ellos obedece a lógicas claramente diferenciadas. En el político está muy implicado el electorado catalán, y el judicial se encuentra bajo los designios de la ley previamente establecida, así como de las decisiones judiciales sometidas al principio de legalidad. Mas otra de las consecuencias perniciosas que están teniendo estos lamentables sucesos es que nos mantienen preocupados y ocupados en los mismos y ello provoca que no le prestemos la debida atención y preocupación a otros acontecimientos. Hace tres días, hemos conocido la terrible muerte de Jessica Bravo, causada por su ex pareja, Imanol, el cual la disparó a las puertas del colegio en presencia del hijo de ambos. Le propinó un total de cinco disparos, cinco impactos que la causaron cinco heridas que acabaron con su vida. Tras perpetrar el crimen, Imanol volvió a su vehículo, se metió la pistola en la boca, apretó el gatillo y se mató. Estamos ante un suceso que resume el rostro mas trágico de la violencia de género causada por el machismo y la dominación que algunos hombres pretender ejercer sobre sus parejas o ex parejas: la muerte de la mujer, el suicidio el agresor y la desgarradora consecuencia para un menor que tendrá que vivir toda su vida sin sus progenitores, además del cruel recuerdo de que su padre mató a su madre. Hechos como este nos deben animar a seguir luchando contra la erradicación de esta atávica, anacrónica y execrable violencia machista, redoblando todos los esfuerzos posibles. Se acaba de suscribir un gran Pacto de Estado contra la violencia de género en el que todas las fuerzas políticas se han puesto de acuerdo en fijar unos objetivos a alcanzar a través de una serie de medidas. Este acuerdo parte de que nuestra legislación en esta materia es una de las mas avanzadas del mundo y aun así debemos perfeccionarla. Previsión y protección son muy importantes, pero también lo son, y así se destaca en las bases del Pacto, la educación y formación en el respeto y fomento de la igualdad. No cabe duda de que esta violencia está directamente relacionada con la situación de desigualdad que persiste en la actualidad, si bien donde se da con mayor crudeza es en el mundo de la pareja, acrecentándose esta violencia en muchos casos tras una ruptura. Existen factores socioculturales que mantienen y tratan de justificar la desigualdad, los cuales, además de cambios legales y acción administrativa, requieren de un gran esfuerzo de sensibilización a través de la educación. Es necesaria la implicación y el compromiso de toda la sociedad. Hagamos un esfuerzo por recordar el nombre de esta mujer, Jessica Bravo, así como el de todas las fallecidas. Cuando una mujer es asesinada se produce un desgarro en toda la sociedad y esta no puede permanecer inmóvil. No todo es responsabilidad de los políticos.