Julián Redondo
«Pepito piscinas»
No hay datos sobre el parentesco de Neil Lennon con el desaparecido Beatle. Es probable que no sean ni parientes. Tampoco los Pérez comparten lazos de sangre. Ni obran en manos de la autoridad competente informes periciales sobre si el entrenador del Celtic, famoso por comparar a Neymar con «Pepito Piscinas», es bebedor social, compulsivo o ni lo huele. Como es irlandés y dirige un equipo escocés, no cuesta imaginarle desayunando crispis con güisqui en la soledad del vestuario. Lo malo de algunas ocurrencias es que se convierten en «trending stupid» en un deciramén. A Neymar le sacudieron en Celtic Park hasta en el pasaporte, y Brown se ganó la roja a pulso por confundirle con el balón. Por cierto, el único gol lo marcó Cesc y no fue de penalti. Pero calaron las palabras del técnico y otros dos colegas se sumaron a las críticas. Juan Ignacio Martínez, JIM, tras encajar un 4-1 en el Camp Nou, aludió a la facilidad que tiene el brasileño para tirarse, ¡y no le cobraron dos penaltis de catálogo! De inmediato, mire usted por donde, saltó Mourinho desde Inglaterra como si mañana hubiera un Chelsea-Barça. Defendió el juego limpio y cargó contra los que fingen...
Antes de que él y Cristiano Ronaldo coincidieran en el Madrid, ambos protagonizaron una agria discusión precisamente por las acusaciones del preparador sobre la habilidad del entonces jugador del Manchester United para tirarse en el área. No es ése uno de los hábitos de Cristiano, más próximo a la fisonomía de Bruce Lee, tal y como se mostró el sábado en el Ciudad de Valencia, que a la fragilidad de Neymar, un tipo valiente que no rehúye el contacto y que suele llevar las de perder. Su cuerpo no da para más. Pero de ahí a tirarse a la piscina...
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