Luis Alejandre
Priorizar la seguridad
Se me pide una reflexión sobre averías en vuelos oficiales y sólo puedo invocar a la prudencia. Bien sé que los tiempos de nuestras autoridades están sujetos a apretadísimas agendas. Muchas veces me pregunto cómo personas de cierta edad las resisten. Sólo un gran sentido de la responsabilidad –mas la ayuda de algún amigo médico– las hacen posibles. También sé que en todas las redacciones de informativos está sobre la mesa el tema de las averías en los vuelos oficiales. Incluso dan pie para el chiste fácil. No obstante, también sé que los mismos que se manifiestan decepcionados, no ponen el mismo interés cuando se discuten las partidas asignadas a Defensa en los Presupuestos. Como también sé que en el balance entre tiempos –vuestros jodidos relojes, nos recuerdan los afganos– y seguridad, debe prevalecer la última.
Y me pongo en la piel de un comandante del Ejército del Aire cuando ante un piloto en rojo, debe decir: «Lo siento Sr. Ministro; debo revisar esto». Es cuando hay que asumir la situación y esperar a que el mundo siga igual sin estallar por el retraso, una guerra mundial. Ejemplos de presión a los pilotos hay de todos los tipos. Recuerden la catástrofe del Tupolev polaco que se estrelló en 2010 llevando al presidente de la República y 97 altos dignatarios a la conmemoración de la masacre de los bosques de Katyn al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Alguien tuvo que hacer caso omiso de los pilotos rojos.
Me duele que un ministro se quede «tirado». Pero también las restricciones que sufren los pilotos de los F-18 , los helicópteros de las FAMET o los barcos de la Armada. Y sé que muchos retrasos de vuelos comerciales del día a día, obedecen a pilotos rojos. Sus comandantes, responsables, asumen nuestras quejas, pero velan por nuestra seguridad. saben que se lo agradecemos, porque gracias a ellos, podemos contarlo. El presidente de Polonia no puede hacerlo. Sus pilotos fueron obligados a priorizar tiempos sobre seguridad. La elección, creo, es clara.
✕
Accede a tu cuenta para comentar