Política

Francisco Marhuenda

Prudencia y seriedad

Prudencia y seriedad
Prudencia y seriedadlarazon

Nadie que conozca a Rajoy puede decir que sea impulsivo, poco riguroso o dado a los excesos verbales. A diferencia de otros políticos, quizá con discursos más floridos pero menos consistentes, Rajoy es una persona seria y sólida. Es un tipo de político que, desgraciadamente, está en vías de extinción porque la sociedad superficial en que vivimos gusta más de los excesos verbales, los fuegos de artificio y el carisma televisivo. Es un gobernante bien formado, con las ideas claras y una hoja de ruta que ha dado excelentes resultados para una economía en estado agónico y con una ausencia de reformas que explica su debilidad estructural. Rajoy hizo ayer un excelente balance del año y de las perspectivas de 2015. Lo hizo con prudencia y sin los excesos retóricos que tanto gustaban a sus antecesores. No es un vendedor de alfombras en un zoco sino un presidente del Gobierno que siempre ha querido honrar su palabra. Es muy fácil opinar y muy difícil gobernar y tomar decisiones, sobre todo en circunstancias tan adversas como las que hemos afrontado desde 2012. Ahora todos tienen recetas mágicas y hubieran adoptado medidas que aseguran nos hubieran ahorrado estos tres años de dura crisis. No entiendo por qué no muestran esa pericia infinita en sus vidas profesionales.

El proceso de recuperación es una realidad y cada vez será más acelerado, pero también lo es que tenemos una economía sumergida que representa alrededor del 25 por ciento del PIB y que hay más de dos millones de puestos de trabajo que no se declaran. Es una lástima que durante los próximos meses vayamos a estar inmersos en una interminable campaña electoral en la que la izquierda mantendrá su acoso al Gobierno, obsesionada por su complejo frente a Podemos. Es evidente que existen unas secuelas de la crisis, pero veremos cómo la oposición se queda sin argumentos porque creceremos por encima del 2,5 % del PIB. Este año lo hemos hecho al 1,4 y esos mismos se reían cuando algunos decíamos que íbamos a crecer a ese ritmo.