Cástor Díaz Barrado

Puede ganar

La Razón
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Hasta ahora nadie se lo podría creer y era absolutamente inimaginable. Era imposible que Donald Trump pudiera llegar, ni por asomo, a la Casa Blanca. Desafortunadamente, nada se puede descartar en la actualidad y sería posible que nos lo encontrásemos como presidente de EE UU. Con ello, comprobaríamos, de manera fehaciente, que el populismo, en todas sus manifestaciones, está triunfando plenamente en la sociedad internacional contemporánea y que, incluso, la primera potencia mundial no es ajena a este fenómeno y sigue, también, el camino de esta tendencia de la que ya tenemos experiencias en la historia. Todo hace presagiar o, al menos nos lo imaginamos, que Hillary Clinton se impondrá definitivamente en las elecciones estadounidenses. Pero sería ingenuo descartar que podría ser derrotada por su adversario republicano. Si esto sucede en EE UU qué no sucederá en el resto del planeta. O mejor, precisamente esto puede suceder en EE UU. Podría suceder y, a lo peor, sucede. Los estados están desorientados y las sociedades internas quieren expresar un cambio que, en parte, resulta inquietante. Vuelve la patria con toda su intensidad y pierde la universalidad. La denominada globalización se manifiesta, fundamentalmente, a través de fragmentaciones locales y regionales. No vivimos, como se dijo, en la «aldea global» sino, más bien, en un «planeta con fuertes localismos». Lo propio se intensifica. Se busca lo reducido y los aldeanismos. Se debilita la interdependencia, la cooperación y, sobre todo, la solidaridad. Entretanto, Donald Trump puede ganar. No es sueño. Es la mera realidad. Con ello, se apuntalaría la visión más restringida de la sociedad internacional. Aunque el candidato Trump no gane las elecciones, el populismo ha avisado y muchos como él triunfarán en otros lugares. Perdemos todos. Pierde la humanidad. Quienes abogan por la universalidad de las cosas deben reaccionar. La democracia es universal y los derechos humanos son universales. Con los populismos dejarán de serlo.