Revisiones intermedias

El año que acaba de comenzar se presenta apasionante desde el punto de vista de la política agraria. A la gran incógnita de carácter general sobre la composición del nuevo Gobierno, cuál será el programa que se aplique y quién será la persona encargada del Ministerio, se suman los retos que vienen de Bruselas, que son muy importantes, especialmente dos. Se trata, en primer lugar, de la llamada revisión intermedia de la última reforma de la PAC. El comisario de Agricultura ha repetido hasta la saciedad que pretende simplificar la PAC y ha presentado ya propuestas para ello. Asimismo, quiere aprovechar el proceso de revisión intermedia de la nueva PAC para adaptar las partes de la misma que sea necesario. Y aquí es donde surge el problema, porque hay un grupo de países, entre los que se encuentran Francia y España, que sostienen que se debe hacer solo una revisión de aquello que no funcione, mientras que existe otro bloque (Reino Unido, Holanda, Dinamarca entre otros) que quieren modificar los llamados reglamentos de base, lo que supondría la reforma de la reforma.

El citado proceso de negociación comenzará en 2016 y estará muy vinculado a la segunda revisión intermedia, que afecta en este caso al Marco Financiero de la UE para el periodo 2014-20. Se trata, ni más, ni menos, que del dinero global de las arcas comunitarias. Desde que se negoció y aprobó ese Marco, han surgido nuevos problemas en la UE, como el de la inmigración y hace falta buscar fondos para financiar esas necesidades. Como se descarta aumentar el presupuesto, toca rebuscar en las partidas ya existentes y en los montantes actuales. Dado que la PAC es una de las más importantes, es más que probable que se reduzcan las cifras destinadas a la misma para los próximos años. Así que habrá que estar ojo avizor.