Huelga de estibadores

Rivera, el estibador del PSOE

La Razón
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La irresponsabilidad de los políticos es más grande cuanto más se necesita de su cordura. Acuerdan comisiones y gestos a la galería que valen lo que un grasiento papelón de churros una vez engullida la masa, y cuando tienen que dar la cara por un asunto trascendente se borran de la foto. Que ayer no saliera adelante el decreto sobre la reforma de la estiba es un fracaso de todo el Congreso y de sus grupos y subgrupos. Han preferido dar por bueno el chantaje de los sindicatos de estibadores tratándolos como si fueran braceros del campo andaluz, cuando tienen unos sueldos mayores que los suyos, padres de la Patria que no creen en ella de lo poco que se valoran.

Que Podemos se suba a la barricada se da por descontado. Les importa un pimiento que otros trabajadores puedan optar a hacer esa labor. Es el trazo grueso de la defensa en este caso de una élite a la que quieren presentar como desahuciados del puerto. Lo que no tiene un pase es el perfil egipcio del PSOE, que no quiere retratarse en estos momentos de sanchismo revanchista como muleta del Gobierno, y el desaire del ahora liberal Ciudadanos, el partido que tantas llamadas hace a la responsabilidad y que al cabo resultan ser estrategias para mayor gloria de su líder del que no se sabe si va o si viene. O llega tarde o se presenta demasiado pronto. Los limpios que se van embarrando conforme transcurre la legislatura.

Quedará para la historia que al ministro de Fomento le hayan echado su decreto a la cara. Y es verdad. Pero también perdurarán los demás como cómplices de una vergüenza ante Europa que nos exige todos y cada uno de los puntos que contiene el decreto. La multa que pende sobre nuestras cabezas de 134.000 euros al día, que pagaremos todos, les importa menos que salvar sus posaderas y quién sabe si algunos votos de castidad, que así quedan vírgenes de entrar en polémicas con un colectivo tan respetable como marrullero. Han preferido la parte por el todo. La multa es sólo la cola del monstruo. Los puertos portugueses, el de Tánger o el de Marsella estarán frotándose los ojos y las manos. El dinero que entraba por España irá marchándose al canto de un sucedáneo rico de la Internacional hacia otras orillas. ¡El Gobierno ofreció prejubilaciones a partir de los 50 años con el 70 por ciento del sueldo! Subir la apuesta en las siguientes negociaciones será difícil. Ver a los representantes de los estibadores en la tribuna del Congreso puño en alto mientras Pablo Iglesias sacaba tajada del problema ajeno y los chicos de Ciudadanos se hacían los suecos resultó algo parecido al patetismo. Iglesias politiza hasta los rabos de los perros, que no merecen más ladridos en su nombre, que ya bastante maltrato sufren.