Restringido

Rohani

La Razón
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Mañana martes Francisco recibirá en audiencia a Hassan Rohani. La entrevista entre el Papa de Roma y el presidente de Irán había sido planeada para el pasado mes de noviembre pero los atentados de París aconsejaron al líder iraní suspender su viaje. Este retraso, en realidad, ha permitido que el encuentro se produzca cuando Irán ha regresado a la escena mundial después de haber firmado el acuerdo que garantiza a la comunidad internacional que no fabricará bombas atómicas. El país se ha visto liberado de las sanciones que asfixiaban su economía y ahora podrá recobrar su capacidad exportadora como uno de los mayores productores de petróleo y gas natural del mundo.

Pero el Papa y al presidente chií no van a hablar de economía, sino de cómo colaborar para alcanzar la paz en el mundo y de modo más concreto en el Oriente Medio, sometido desde hace años a violencias y desafíos humanitarios de gran calibre; en primer lugar la crisis siria, con sus centenares de muertos y millones de refugiados. La diplomacia vaticana está convencida de que Irán puede y debe jugar un papel importante en la resolución de la crisis y en las operaciones para detener el peligroso avance del Estado Islámico.

Las relaciones entre Teherán y la Santa Sede, establecidas en 1954, no fueron interrumpidas cuando en 1979 se impuso la Revolución Islámica y han sido serenas y positivas. «Tenemos relaciones diplomáticas desde hace sesenta años –afirma el embajador iraní en el Vaticano Mohammad Taher Rabbani– pero nuestros contactos con la Santa Sede se remontan al siglo XIII». Los ayatolás han sido relativamente respetuosos con las iglesias cristianas (aunque esté prohibido por la ley convertirse al cristianismo) y en el país de ochenta millones de habitantes existen varias diócesis (Teherán e Ispahan son las principales) a cuyo frente el Papa puede nombrar obispos con libertad. La entrevista, la primera que tiene lugar desde que en 1999 el entonces presidente Mohamed Jatami fuese recibido por san Juan Pablo II, consolida a Rohani tanto a nivel exterior como interior; refuerzo que le será muy útil de cara a las próximas elecciones.