Julián García Candau

Rui Faría, responsable

Rui Faría, responsable
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Mourinho siempre tiene a mano un culpable. Esta vez ha señalado a Sergio Ramos. No anduvo listo para evitar el remate de Welbeck, que acabó en gol a favor del Manchester United. Al entrenador del Real Madrid le resulta cada vez más fácil cargar sobre los jugadores el resultado insatisfactorio. Empatar en casa con el equipo inglés no es para tirar cohetes, pero no es desgracia irreparable. El Madrid puede ganar en Manchester, tal vez hasta con más facilidad que pudo haberlo hecho aquí.

El Madrid padece un mal que no se toma en consideración. El club tiene en su nómina un preparador físico, Rui Faría, amigo y protegido del entrenador, de quien se conocen dos datos fundamentales: la visceralidad que le ha llevado a ser expulsado del banquillo y lo que es peor, la constancia con que el equipo se hunde en las segundas partes.

La caída del conjunto en los segundos tiempos es una constante desde que el responsable de la preparación física es Rui Faría. El decaimiento ante el United de Sir Alex Ferguson no fue caso aislado. No hay justificación que la fatiga se manifieste tanto si se juegan dos encuentros a la semana como si solamente se disputa uno. Los jugadores del Real Madrid arrancan como vendaval y acaban en calma chicha.

Al comienzo del problema se especuló con la posibilidad de que la planificación del preparador portugués tuviera su mejor versión en la parte final de la campaña. No está siendo así y los antecedentes de temporadas anteriores confirman que Rui Faría no es maestro en estos menesteres.

Posdata. La «operación Puerto» indigna más que los guiñoles franceses.