Sin deberes se estudia mejor

¿Deberes sí o no después del colegio? El Consejo escolar de Castilla y León ha decidido zanjar el debate y propondrá tareas a la carta. En opinión profesional de la doctora Marisa Navarro (autora del libro «La medicina emocional»), tantos deberes pueden llegar a provocar ansiedad, tristeza, falta de autoestima o, incluso, fracaso escolar. En Finlandia, país con el mejor sistema educativo del mundo, los profesores son la piedra angular del sistema, poseen una formación excelente y una fuerte motivación para impartir sus conocimientos. Los alumnos, en vez de competir en clase, ayudan a los que van «retrasados» sin menos precio de nadie. Y no hay deberes. En clase estudian hasta cuatro idiomas, en lugar de dedicar su tiempo lectivo a materias que no aportan nada –asisten a 1.605 horas lectivas menos que los españoles entre los 7 y los 15 años–. El alumno debe tener tiempo para jugar y fomentar la creatividad: también hay sofás en las aulas para que los alumnos puedan sentarse a leer. En España fomentamos la «cantidad» de horas que pasamos en la escuela o en el trabajo, pero no la calidad. Para poder rendir necesitamos tiempo libre, tiempo para vivir, sólo así podremos soñar, crear y alimentar la excelencia. En las sectas practican el no dejar dormir al adepto para someterle. Repasar materias fuera de la escuela sí, pero no a costa de carecer de tiempo libre para jugar o aprender otras cosas (jardinería, tocar el violín, escribir cuentos, montar en bici, construir un cohete...). Los niños van estresados con el «tengo que hacer deberes». Y el «tengo que» no se lleva bien con la motivación. Mejor menos horas pero más efectivas. No por mucho estar sentado en una silla se va a aprender más. «Un gramo» de jugar y aprender otras cosas estimula más la inteligencia y hacer rendir más en clase que un «kilo» de deberes. Más disfrutar de la infancia y menos condicionarles con tanto «deber». Si de niños ahogan nuestro espíritu libre, ¿cómo podremos ser adultos brillantes?