Marta Robles

Solidaridad imprescindible

Solidaridad imprescindible
Solidaridad imprescindiblelarazon

Impresiona ver en las portadas de los periódicos a un repatriado por enfermedad dentro de un tubo de plástico y con enfermeros improvisados, vestidos casi de astronautas, para evitar el contagio; pero parece que, en este caso, es totalmente imprescindible. De los dos religiosos que han vuelto a España en tales condiciones, al menos uno, ya se sabe con certeza, tiene ébola. Y no sólo están en juego los miedos al contagio de los más cercanos, sino la propia contención de un virus asesino, del que se salvan muy pocos de los afectados. Toda precaución es pequeña y más ahora que la OMS ya ha declarado el brote de ébola, emergencia de salud pública internacional. Mientras en muchos países ricos hay quien se apresura a apostar por cerrar las fronteras y aislarse del problema tapándose los ojos, la directora general de la OMS, Margaret Chan, advierte de que a este virus solo le pondrá el freno la solidaridad internacional. Sin la ayuda humana y económica de todos, será muy difícil que el virus no siga expandiéndose. Y hay que recordar que se trata de un virus que mata deprisa y con dolor y que es mucho más contagioso que el sida, porque no sólo se transmite por la sangre y los fluidos sexuales, sino por todos los demás, sudor incluido. De nada valdrán las vacunas sobre las que se están investigando en EE UU ni los medicamentos que ya se utilizan, dada la gravedad, pese a no tener probadas todas las garantías, si no se ataja el problema desde la raíz. O se hace así o el ébola se extenderá incluso entre quienes se creen que pueden enrocarse en sus privilegiadas vidas...