Telegramas

«Podemos vence al soberanismo en Cataluña». Rotunda estupidez compartida por muchos analistas. «Podemos» es soberanista y pactará con los independentistas con la naturalidad de quien pacta consigo mismo. El Partido Popular vence y sufre su gran derrota. Cuando el PP obtuvo 186 diputados creyó que la finca era suya. Arruinó a los colonos, despreció a quienes les habían abierto las puertas y envió mensajes de solidaridad a los ladrones. Más de diez millones de votantes fueron traicionados por Rajoy y su Gobierno. Y algo mucho más grave. Más de diez millones de votantes fueron traicionados por un tal Bárcenas que era un desconocido para la mayoría de esos diez millones de votantes. Gracias a Susana Díaz y sus diputados andaluces, Pedro Sánchez puede presumir de resistencia. Está en manos de ella. Para mí, que cumplida la misión de mantener la última oportunidad del bipartidismo, Rajoy y Sánchez tendrían que dar paso a sus segundos o terceros, porque a Soraya ya se le ha visto el plumero, y a Maritxell los pololos. Iglesias irrumpe con fuerza y se traga al PSOE. Ha obtenido el número justo de diputados para influir en los próximos cuatro años y darse a conocer definitivamente, lo cual no es bueno para su formación bolivariana. Su general no tiene quién le escriba. Diga lo que diga, no está contento. Esperaba 80 escaños, pero quien niegue su éxito lo hace con una venda en los ojos. «Ciudadanos», de cero a 40 no está nada mal, pero Iglesias le ha soplado la oreja en el último tramo. Sin Bárcenas, «Ciudadanos» hubiera obtenido 10 diputados, lo cual también sería meritorio. En Madrid, el PSOE en cuarta posición. Las estrellas de Pedro Sánchez calentarán escaño. Madina a casa. Carmena ha perdido 150.000 votos. Lo de Segovia para enmarcar. Ha sido elegido el huído Gómez de la Serna, el de los negocios en la India con el dimitido y expulsado embajador. Mejor 120 escaños que 121 y mantener en el PP a este desagradable sujeto. «Podemos» supera en votos al PNV en el País Vasco. Los de «Bildu» de ayer, son los de «Podemos» de hoy. Y aún insisten algunos en que Iglesias va a frenar el independentismo. Batacazo de Mas, decepción de Izquierda Republicana, Durán y Lleida fuera del Congreso, y el PP de Galicia que se recupera ante las «Mareas» fraternas de «Podemos». Los votos de diferente valor. El voto de un vasco o de un catalán triplica en valor al de un español cualquiera. Que se lo digan a Garzón y a Izquierda Unida, que necesitan seis votos para contrarrestar uno solo de los nacionalistas.

Ha perdido Rajoy. Celia Villalobos ocupará escaño. Arriola seguirá haciendo lo posible para que el PP termine como UPyD. Lo siento por Herzog, leal y un buen tipo. Infinitamente más digno el antifonario de Herzog sin escaño que el gluteamen de Irene Lozano acariciando el cuero del suyo.

Una España, en principio, ingobernable. No por culpa de los españoles, sino por los errores clamorosos de quienes fueron elegidos cuatro años atrás. Antipáticos, distantes, soberbios, vanidosos y lo que es peor, invidentes ante los trincones. Si el PP y el PSOE desean sobrevivir, siempre prescindiendo de Rajoy, Santamaría, Sánchez y Batet, tienen en la punta de las narices el ejemplo alemán. La gran coalición de la estabilidad. Felipe González, Susana Díaz y Aznar llegarían a un acuerdo. En caso contrario, intenten sumar y no alcanzarán los 176 escaños ni por asomo. Han ganado los peperos castellanos, los socialistas andaluces, los de «Podemos» y algo menos, pero victoria al fin, los de «Ciudadanos». El resto, ha perdido. Sobre todo ha perdido España, mientras Bárcenas saborea su venganza contra diez millones de españoles que no le han hecho nada y el general Rodríguez no tiene quién le escriba. Un dato relevante. El Senado, mayoría absoluta del PP, con mayor poder del que se reconoce a la Cámara Alta.

Pero lo más probable, es que en dos meses tendremos que votar de nuevo.