Jesús Fonseca
Tiene olfato y es listo
«Este Rey tiene olfato y es listo». Lo dice José Bono en sus jugosos diarios. Y, para remate, añade el líder socialista: «Sabe de supervivencia política más que muchos de nosotros. Sobrevivir a Franco, a su padre, a los principios del movimiento nacional, le otorga un doctorado que no se consigue en ninguna universidad del mundo». Pues sí, Don Juan Carlos ha sido y es una suerte para los españoles. Felizmente, el Rey es un hombre muy testarudo. A nadie se le oculta que va a seguir ahí aunque no pueda más, aunque reviente, aunque se muera. Cualquiera en su lugar estaría deseando que le dejaran en paz. Pero no es el caso. Don Juan Carlos se sabe Rey de todos los españoles y queremos que lo siga siendo. Nos gustan sus guiños de complicidad, su inoxidable buen humor; su buen sentido de sorprendente originalidad. Necesitamos su mirada sabia y serena. Cuando Don Juan se enteró en Laussanne del viaje que iba a hacer al Sáhara, al entonces Príncipe Juan Carlos –con Franco agonizando– le salió espontáneamente: «¡Tiene un buen par de pelotas mi hijo, sí señor! ¡A eso se le llama agarrar el toro por los cuernos!». No descubro nada nuevo. Viene todo esto a cuento de lo que viene, en lo que no entraré. Pero nada sería lo que es, sino fuera por la esposa del Rey. Lo reconoce el propio Don Juan Carlos: «No ha sido sólo la esposa fiel y leal. Ella ha estado siempre a mi lado y siempre de mi parte. Me ha ayudado y me ha animado en todas mis luchas; en todas mis dificultades. Y más unida a mí, cuanto más difícil y más incierta es la situación». Sí, Doña Sofía es bastante más. Y, los dos juntos, una bendición para España.
✕
Accede a tu cuenta para comentar