Julián Redondo
Tres reyes para la reina
La cuesta de enero ha sido una autopista de seis carriles para el Madrid. Entre la Liga y la Copa ha marcado 25 goles (16+9) y ha encajado 3. En ataque es un equipo temible y en defensa, solvente. Sólo en San Mamés, donde perdió a Cristiano Ronaldo, cedió un empate. El resto, un impulso hacia adelante que le ha situado en vanguardia liguera y, a falta del milagro atlético, en la final del torneo del «KO». Ni siquiera ha acusado la ausencia de Cristiano, cuya sanción se antoja inexplicable si por ella han desterrado un mes con los pingüinos a quien se enteró a medias de la zapatiesta, Ayza Gámez. El equipo de Ancelotti no encandila, no juega como los ángeles, pero machaca, mérito más que suficiente para apreciarlo.
Las dos derrotas consecutivas del Atlético invitan a pensar que el globo se está deshinchando. No hay que exagerar. Si en San Mamés, donde el Madrid sólo arrancó un empate, se clasificó para la semifinal de Copa y no dio sensación de fatiga insoportable, es que el agotamiento en las dos últimas confrontaciones ha sido o prematuro o pasajero. De los tres goles que le metió el Madrid, dos entraron de rebote, casi en propia puerta; en Almería, la colaboración de Aranzubía, pobre, resultó crucial en la derrota. Y como Esteban no padeció ni siquiera en lo que a ratos parecía un asedio, sería injusto achacar toda la responsabilidad de lo sucedido a la actuación del árbitro, horroroso, por otra parte.
Si el Atlético está ahí arriba, no es por casualidad; tampoco lo es la consolidación del Madrid. Y el Barcelona no ha dicho la última palabra, aunque ahora habla más bajo que antes. Todo lo agradece la Liga, reina emocionada por la pretensión de tres reyes dispuestos a conquistarla.
✕
Accede a tu cuenta para comentar