Un esforzado vendedor

Quien no sabe vender no cabe en El Corte Inglés. Fue la primera frase que le escuchó a su tío Isidoro en una fiesta familiar. Era el cumpleaños de su madre, María Antonia, la hermana favorita del presidente del gigante de la distribución. Fue una reunión íntima, en la casona familiar de Candás. Dimas era aún muy joven, pero apuntaba maneras. Días antes, había vendido a unos amigos un buen puñado de camisetas del Sporting de Gijón para pagarse unos cursos de cine, otra de sus pasiones. El negocio le salió redondo y le hizo crecer muchos puntos ante su tío.

Dimas es el pequeño de tres hermanos, hijo de Miguel Ángel Gimeno, un hombre de ideología conservadora, que inculcó a sus hijos los valores de la familia tradicional, y María Antonia. De la saga asturiana, sólo Dimas tenía madera de comerciante, y así lo vio su tío cuando hace un año le nombró consejero director general de El Corte Inglés. El mismo puesto que Isidoro había desempeñado en vida de su tío Ramón, hasta llegar a la presidencia.

«Me ha causado una impresión estupenda». Así definía a Dimas un destacado financiero del país, gran amigo de Isidoro y compañero de caza. Ello revela la discreción de su figura, pues hasta ahora nadie en el círculo íntimo de Isidoro le conocía, lo que demuestra su trabajo casi anónimo, a la sombra del patriarca. Es la suya una vida ligada a la empresa familiar, después de estudiar Derecho en el Colegio Mayor San Pablo CEU. Sus compañeros le recuerdan como un chico afable y cercano. «Era muy normal, nada engolado», dice uno de sus actuales amigos.

Y con las ventas como lema, su tío le obligó a pasar por los centros de la cadena hasta llegar a Lisboa, donde puso en marcha el primer almacén en Portugal. «Trabajaba como uno más y reportaba todas las noches a don Isidoro», dice uno de los ejecutivos que siguió su andadura. Tras este aprendizaje, su tío decidió que volviera Madrid y le encargó la dirección de ventas, desde donde realizó una política innovadora en tecnologías, marcas de prestigio, zonas de restauración y turismo para afrontar la crisis y modernizar el grupo.

Fiel al estilo familiar, es un hombre muy reservado. Casado con Mónica Esteban y padre de dos hijos varones. A ambos les apasiona el cine y es habitual verlos en las salas de un conocido centro a las afueras de Madrid disfrutando de una buena película. La de Dimas empieza ahora al frente del coloso fundado por su familia con el reto de adecuar las exigencias del mercado a un grupo con más de setenta años de historia bajo la consigna indeleble de su tío Isidoro: vender bien a un cliente que siempre tiene la razón.