Alfonso Ussía

Un fiscal muy gracioso

Lo tiene que ser en sus momentos de expansión e intimidad. No puedo asegurarlo, pero mucho me temo que, finalizada la agotadora jornada de trabajo, sea el compañero de la copita reparadora del juez Pedraz. Chascarrillos asegurados. Me refiero al simpático fiscal de la Audiencia Nacional don Carlos Bautista que se dedica a verter sus graciosas ironías en las redes sociales con el seudónimo de @cespiralidoso. Eso del Twitter no está reglamentado y es cueva de cobardes que descalifican, critican y amenazan amparados en el anonimato. Que se comporte de esa manera un delincuente resulta hasta comprensible, pero que sea un fiscal de la Audiencia Nacional el que se desahogue contra sus compañeros y determinadas instituciones con mensajes de mal gusto y sin ofrecer su identidad se me antoja deplorable. Aunque sea muy gracioso, que estoy seguro de que lo és, porque también los fiscales tienen el derecho a brotar sonrisas y provocar carcajadas.

El señor fiscal Bautista se ha cachondeado en Twitter de su superior, el Fiscal General del Estado Eduardo Torres-Dulce, de su compañero el fiscal Horrach, y de los jueces y magistrados Andreu y Guevara. Para partirse de la risa. Y aprovechando la delicia del anonimato, también ha descalificado al Partido Popular, a la Guardia Civil y a la Iglesia católica. No ha podido seguir con sus bromas ironizando del islamismo porque tenía mucho trabajo y no le dio tiempo para hacerlo, y para colmo, descubierta su identidad, se vio obligado a cancelar su cuenta. Una lástima. ¡Qué cosas tan divertidas sobre el Al Qaeda nos hemos perdido!

El señor fiscal Bautista no ha sido hábil. Se le ha notado excesivamente el sesgo. Insisto en que no albergo duda alguna acerca de su capacidad humorística, pero a la vista de sus tuits, intuyo que no es un fiscal excesivamente equidistante entre sus filias y sus fobias. Eso de criticar, aunque sea desde el desleal escondrijo del anonimato, al partido del Gobierno, a la Guardia Civil y a la Iglesia católica, está muy visto. Es decir, que será muy gracioso, pero no original. No le sugiero con esta apreciación que caiga en el pitorreo con el PSOE, Izquierda Unida, la Policía de Maduro o los líderes de Al Qaeda, porque sería igualmente inaceptable. Un fiscal de la Audiencia Nacional no puede divertirse con estas cosas, y si lo quiere hacer, está obligado a dar la cara, y por su condición de fiscal, a intentar ser imparcial en sus carcajeantes críticas.

O mucho me equivoco, o en unos meses tendremos al señor Fiscal Bautista acompañando a Garzón y Elpidio Silva en foros y conferencias internacionales. Un trío impagable. Esa seriedad dogmática de Garzón, aderezada con el desparpajo de don Elpidio y culminada con la gracia natural del fiscal Bautista, pueden dar jornadas de gloria, si no en el ámbito de la justicia, sí en el de los programas de humor de las cadenas de televisión. Se podrían llamar «los Cespiralidosos», como su cuenta en Twitter. No les cobro nada por la idea, que es un hallazgo al menos tan gracioso como los tuits del fiscal parapetado.

Inspira alta confianza en la ciudadanía saber que en la Audiencia Nacional hay fiscales tan originales y divertidos como el señor Bautista. Será severamente regañado por sus superiores y amonestado por su travesura. Lo malo es que, como fiscal, está desautorizado para siempre. Ahora sí le sugiero que se dedique plenamente al humor español, tan sutil. Además, es mucho más rentable.