¿Un Gobierno pijo?

Tengo para mí que la gran novedad de este Gobierno es la designación como portavoz del mismo del también ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo y Montojo, Barón de Claret. O sea. Se trata de una apuesta arriesgada. Es una persona preparada, dialogante, políglota, que se conoce muy bien los pasillos de la Unión Europea, donde ha participado en la redacción de los capítulos políticos de algunos de los Tratados que están vigentes. O sea que, desde este punto de vista, el de la preparación y la capacidad, nada que objetar a que esté en el Ejecutivo. Ahora bien, dicho lo anterior, ¿es la persona más adecuada para ser la cara y la voz del nuevo Gobierno, cuando su imagen es justamente un poco pija, dicho sea en el mejor sentido del término y con todos los respetos? O sea, si el PP y su Gobierno están considerados como pijos por una parte de la sociedad española, ¿no se estará potenciando esa imagen? Quiero ver cómo se las arregla cuando uno de los próximos viernes tenga que aparecer, con Cristóbal Montoro a su lado, para dar cuenta de nuevas subidas de impuestos, porque haberlas las habrá más pronto que tarde, y el ministro de Hacienda y Función Pública comience a reírse delante de las cámaras de la «tele» al mismo tiempo que desgrana, o sea, los nuevos porcentajes del IRPF o del Impuesto de Sociedades. Ya hay dos precedentes de actuaciones similares de Montoro. Será la prueba de fuego del portavoz, o sea. Del resto, poco que destacar: que si Cospedal ha recalado en el Ministerio de Defensa, no se sabe si sola o acompañada, y Álvaro Nadal, ese gran teórico sin contacto con la economía real de todos los días que afecta a las empresas y las personas, ha sido premiado con la cartera de Energía, Turismo y Agenda Digital. ¡A ver que hace ahora con su hermano Alberto, secretario de Estado de Energía, otro autor de magníficos papeles! Estar juntos no daría buena imagen, pero ya sabemos que, con esas cosas, Rajoy se fuma un puro.