Un jefe apropiado a los tiempos

De qué modo andarán los tiempos para que el líder político más valorado por los andaluces sea Miguel Ángel Revilla. Así lo ha determinado el resultado de una encuesta realizada por Adecco a 2.300 personas en la que el presidente de Cantabria figura también en la cabeza del conjunto de los españoles. Se demuestra así, ajenos que nos creíamos a las veleidades populistas, que el fenómeno Trump se ha apropiado sin remedio del planeta. La principal cualidad del jefe Revilla, mencionan los encuestados, consiste en «cómo se remanga», lo que cualquier compendio de ética aconsejaría inmediatamente no sólo a dejarse crecer las mangas, sino a nadar y guardarse la ropa (no solamente las mangas, por si acaso). Cualquier ciudadano medianamente atento a los medios de comunicación de masas recordará una sustanciosa lista de barbaridades y regüeldos salidos de la boca del político de Salceda, cuyo prestigio, que hasta ahora parecía limitado, ha ido construyéndose en los platós de televisión. En tiempos de incertidumbres, por lo que está viéndose aquí y allá, la especie humana se aferra a lo que cree fuertes liderazgos (dizque personas que aprovechan la televisión para soltar las bravatas que la muchedumbre indocta quiere oír). Y en ésas igual irrumpe Trump en Estados Unidos que podría hacerlo, según la encuesta, Revilla en Andalucía y en España. Más que Rajoy, Revilla encarna al tipo mediano español. Podría ser el mesonero que busca en el comedor lleno un hueco a una familia, quedando como generoso cuando lo que pretende es unos menús más para la caja; es el padre del quinto que habría sobornado al comité reclutador y aquí no se hable más, o el cura de pueblo que ordenaría un repique de campanas cuando la selección española gana un partido. Viva Revilla, viva el vino.