Francisco Marhuenda
Un mero formalismo
Es muy fácil pedir diálogo y mostrar equidistancia cuando se es un mero espectador. Desde hace tiempo, hay muchos «listos» que consideran que la fórmula mágica para resolver el desafío independentista es el diálogo, aunque nunca aclaran qué cesiones asumirían para apaciguar la ofensiva nacionalista. Mas y su socio, Oriol Junqueras, no quieren una conversación de café o una escena de sofá monclovita, sino acordar las fechas y condiciones de un referéndum que busca la ruptura de España. Es posible que se pudiera impedir la consulta a cambio del concierto económico, el reconocimiento de la bilateralidad entre Cataluña y España en condiciones de igualdad y un modelo similar al Estado libre asociado. El problema es que se trataría de un nuevo paso en dirección a la independencia. Es conseguir que España se convierta en una realidad residual en Cataluña. Los socialistas saben que la propuesta federal no es una opción para CiU y ERC. Es bueno que Rajoy y Mas se reúnan pero no creo que se produzca ningún avance porque han colocado el listón muy alto. El presidente del Gobierno no puede aceptar un referéndum independentista bajo el subterfugio del manipulado «derecho a decidir». No puede apoyar una situación de privilegio para Cataluña porque se produciría un «levantamiento» del resto de comunidades autónomas. No existe, además, ninguna razón para consagrar un escenario de estas características y que sería el primer paso para una ruptura de España. Otra cosa distinta sería que Mas estuviera dispuesto a avanzar en el perfeccionamiento del Estado de las autonomías y la especialización del Senado como cámara territorial. Hay aspectos donde existe margen para introducir mejoras y buscar un modelo de financiación más justo como sucede en Alemania.
✕
Accede a tu cuenta para comentar