Un PSOE aletargado

Los partidarios de Pedro Sánchez claman por un congreso inmediato. La gestora quiere definir primero el modelo de partido a construir y buscar luego un liderazgo, y no tiene prisa para convocar el máximo cónclave de un PSOE que sigue a la deriva y la interinidad de la gestora mantiene al socialismo en un estado de letargo.

El último caso, el acuerdo alcanzado entre el PSE y el PNV para formar un gobierno de coalición. La lectura de Ferraz es situar el tema entre «pedristas y susanistas» sin mayores cotas de imaginación. El comunicado emitido desde Ferraz pasará a las páginas de la comunicación política como un ejemplo de ridícula bisoñez. ¿Alguien en el PSOE se puede imaginar a los socialistas vascos caminando por la senda soberanista? Después de ver el comunicado, la respuesta es sí. Quizás alguien en el socialismo vencedor de la trifulca con Sánchez debería pensar que la única manera de avanzar con los nacionalistas se sitúa atrayéndolos a la senda constitucional. Lo ha hecho realidad el PSE, y el PSC de Miquel Iceta se desgañita con ahínco ante la incredulidad de los suyos en Madrid y el rechazo irredento de los soberanistas.

Tras este último episodio está claro que la gestora no pinta un colín, que su criterio es manifiestamente mejorable y que el PSOE pide a gritos su refundación como partido y la elección de un nuevo líder. El PSOE fue noticia durante toda la semana pasada por el nivel de sus pescozones en forma de sanción a los díscolos de la votación de investidura. Sus acciones políticas se ven desdibujadas por la generación de su propio ruido. La falta de reflejos fue evidente cuando siguieron como perrillos falderos a Podemos para imposibilitar el nombramiento de Jorge Fernández Díaz en la Comisión de Exteriores. Dieron explicaciones que daban a entender que estaban en la «pomada», pero se hace difícil creerlos porque les falla la comunicación y les falta la política. Queda tiempo para la cita electoral, pero no sobra el tiempo para que en el PSOE alguien vuelva a mandar, que marque una línea política que ponga fin al contrato eventual con la gestora. En el PSOE, los que ganaron el Comité Federal, deben ser los primeros en superar el «pedrismo» y volver a tejer una mayoría sin mirar por el retrovisor a Sánchez. Si hay un proyecto, el ex líder será pasado. Sin proyecto, seguirá siendo la gran preocupación. En conclusión, se deben tomar decisiones a la mayor brevedad posible.