Irene Villa

Volver a empezar

La Razón
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Tras muchas vueltas, deseos incumplidos, incapacidades manifiestas de llegar a buenos puertos, aspiraciones frustradas y muchísimo tiempo perdido, nos dicen que no puede ser. Que esos soñados acuerdos, negociaciones, pactos, uniones, que prometían velar por el compromiso general y el sentido común, son inviables y habrá de nuevo elecciones. Justo el fracaso que había que evitar por todos los medios. Pero se ve que precisamente por esos arduos esfuerzos, no están por la labor. Por una vez, en un país tan plural como el nuestro, tocaba ceder y olvidar las diferencias que enfrentan a los partidos, pero ese ejercicio de entendimiento, convivencia y cordialidad se vuelve quimera y nos aleja del objetivo de ser gobernados por grupos parlamentarios bien avenidos. La desilusión se ciñe de nuevo sobre nuestra política, incapaz de resolver problemas, con partidos cada vez más antagónicos.

Fue doloroso que algunos políticos dieran una imagen bochornosa, sacando a la luz injusta y vilmente un terrible pasado y abriendo heridas que juntos nos comprometimos a cerrar hace décadas. Ha primado el triunfo del egocentrismo, evidenciando un protagonismo que los electores no hemos dado a ningún líder. No han sabido mirar por una colectividad de ideas dispares pero con la esperanza puesta en que fueran capaces de dar prioridad absoluta a los intereses de los españoles y de mirar hacia adelante pensando en el bien común y especialmente en el futuro y la prosperidad de España. Si estos líderes políticos no han sabido encontrar, como les ha propuesto la ciudadanía, la forma de gobernar unidos mirando por el interés de todos y el progreso de España, lo único que podrían hacer es dejar paso a otros que sí tengan esa capacidad. Y respecto a las palabras de Otegi llamando «refugiados» a los etarras huidos, como dice mi querida Raquel Martos, «si no fuera tan triste, tan ruin y tan doloroso, sería el mejor chiste del día». Lo que esperamos es que esta ofensa, no sólo a las víctimas sino a todo el país, tenga consecuencias.