Sin Perdón

La compra de una presidencia

«Sánchez hubiera cosechado un desastre electoral sin paliativos si hubiera ido a las elecciones con la amnistía bajo el brazo»

Es posible que Sánchez se salga con la suya. El único requisito para conseguirlo es no tener ningún principio. Ni bueno ni malo. Estoy haciendo una descripción aséptica de lo que estamos viviendo. Por tanto, no se puede molestar. Ha decidido hacer justo lo contrario de lo que defendía y se esconde detrás de un relato inventado para justificar una amnistía indigna y repugnante. Al margen de las consideraciones jurídicas, la realidad es que está comprando unos votos para ser presidente del Gobierno. Es lo que hacían los caciques en la época de la Restauración. En este caso, es como si un condenado por corrupción acudiera a La Moncloa o al ministerio de Justicia y pagara a cambio del indulto. Un comportamiento como este provocaría un escándalo generalizado. Esto me plantea una duda. ¿Hemos de ser comprensivos ante la compra de unos votos para alcanzar la presidencia? ¿Qué es corrupción política? Es un dilema moral interesante. Una de las críticas más importantes a la Restauración es la ficción que comportaba el sistema electoral, ya que el turno y la compra de votos conducían a un resultado cuestionable. Ahora nos encontramos con una situación parecida.

Sánchez ha anunciado que formará un gobierno de izquierdas, mal llamado progresista, con el apoyo, entre otros, del PNV y Junts que son de derechas, aunque Ortuzar hizo un ridículo bochornoso durante la entrevista con Susanna Griso intentando convencernos de que es un progre de toda la vida. Me parto de risa. Estamos ante un fraude político, pero la coherencia no es algo que preocupe al sanchismo y sus hagiógrafos. Sánchez hubiera cosechado un desastre electoral sin paliativos si hubiera ido a las elecciones con la amnistía bajo el brazo. Es otro fraude. Por supuesto, con el referéndum de autodeterminación y el relator internacional para humillar al Reino de España esa catástrofe hubiera acabado con el PSOE. Es bueno recordar lo que les sucedió a los socialismos francés, italiano y griego. No espero ninguna autocrítica de los sanchistas, ya que quisieron acabar con él en dos ocasiones y ahora han visto la luz. Nos impondrán una amnistía injusta, inconstitucional y sin fundamento, pero no nos convencerán.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones