Carmena cumple cuando sigue los pasos del PP

El Gobierno de Ahora Madrid y las organizaciones de Podemos sacan pecho estos días por la importante reducción del endeudamiento en la capital, que, según su relato, ha sido compatible con adecuadas prestaciones sociales. En concreto, entre junio de 2015 y junio de 2016, el equipo de Manuela Carmena bajó los números rojos en 1.074 millones de euros, la mayor amortización de deuda de todos los municipios españoles y, sin duda, un logrós en el capítulo económico. Pero, como todo en la vida cuando los populistas están de por medio, la cuestión tiene matices, y no son menores. En primer lugar, porque el recorte del pasivo ha sido inferior al logrado por la tan denostada por Ahora Madrid ex alcaldesa Ana Botella. Después, que el alivio para las finanzas madrileñas ha sido factible por la política coactiva de Hacienda y su regla de gasto, que limita los dispendios al crecimiento del PIB a medio plazo, por lo que fuerza a que buena parte de los notables ingresos de la capital sean destinados a pagar deuda. Pero el problema es que Carmena no cree en esta política y que este saneamiento se ha conseguido pese a ellos. Para el futuro, prometen lo contrario: gastar más y desobedecer a Hacienda. O sea, una gestión de izquierdas que lastrará el futuro de una capital cada día más deprimida bajo una gestión sectaria.