Cataluña, a la cola por el «procés»

Las mentiras y falsedades del desafío secesionista catalán no salen gratis. El «procés», que ha propiciado la salida de más de 2.800 empresas, ha dejado a los habitantes de esa comunidad un lastre económico, con huida de inversores y caídas de turismo y consumo de difícil explicación. Tan complicado que a los rosarios de medias verdades, a las que es tan aficionado el separatismo, le va a costar rebatir. Datos como el conocido ayer, del Gabinete de Estudios del BBVA, en el que apunta que Cataluña crecerá menos de lo previsto en 2017 y, sobre todo, en 2018 por la incertidumbre política. Para estos técnicos, el Principado crecerá un 2,1% en 2018, siete décimas menos de lo que se habría observado en un escenario sin tensiones, y por debajo del crecimiento español. Y por si los malos augurios no fueran suficientes, la demagogia secesionista deberá emplearse en rebatir también otro estudio, el de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas). Éste afirma que Cataluña pasará de un crecimiento del 3,1% este año a un 1,7% el próximo por el impacto de la incertidumbre del «procés», lo que supone que crecerá la mitad que las tres autonomías que liderarán el avance del PIB el próximo año: Madrid, Galicia y Valencia. Ahora sucederá como con la Agencia del Medicamento. El independentismo negará la mayor sin querer reconocer lo principal: la desconfianza que han sembrado en los inversores. La ruina a la que han llevado a toda una sociedad.