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De CDC a PDC: la renovación era una broma

La Razón
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Nada cambia y todo sigue igual. La «renovación» en Convergència... ha sido cero. El congreso de este fin de semana ha supuesto pasar de CDC a Partit Demòcrata Català. Al frente, Artur Mas y Neus Munté: las mismas caras en los mismos puestos. Por cierto, tanta discusión para acabar creando conflicto. El que se ha abierto con otra fuerza independentista, Demòcrates de Catalunya, creada por los escindidos de Unió y coaligada con CDC y ERC en el Parlament. Ya han advertido, que se plantean recurrir a los tribunales –del Estado, claro– por el abuso de usurparles el nombre. El caos ha sido tal que el propio ex presidente Artur Mas y su sucesor, Carles Puigdemont, dentro de la sesión plenaria, alzaron la cartulina verde a favor de Partit Nacional Català, que ha sido la opción perdedora. Y todo, en un congreso en el que ha habido más abucheos y gritos que propuestas; más enfados y discusiones que acuerdos y «convergencias». En la sopa de siglas, además, algunos se han traicionado. PDC es un calco del PDC (Pacte Democràtic per Catalunya) con el que Jordi Pujol concurrió a las elecciones de 1977. El «padre político» de Artur Mas, desde su retiro, parece que sigue manteniendo su influencia en sus herederos ideológicos. O ellos, de manera inconsciente, le añoran.