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El «caso Rato» no pasa factura

La Razón
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Los resultados del último sondeo mensual sobre intención de voto de los españoles, que NC Report realiza para LA RAZÓN, constatan que el llamado «caso Rato» no ha pasado factura entre los votantes declarados del Partido Popular, pese a su extraordinaria repercusión mediática y a las excepcionales condiciones de publicidad en que se llevó a cabo la detención temporal del ex vicepresidente del Gobierno y ex director general del FMI. Aunque el PP pierde una décima con respecto a la encuesta de marzo –con el mismo resultado de intención de voto que obtuvo en el sondeo de diciembre de 2014, el 28,6 por ciento–, su principal rival, el PSOE, se mantiene prácticamente plano, cinco puntos por debajo de los populares. Los resultados más significativos, sin embargo, corresponden a Podemos y, en menor medida, a Ciudadanos. La formación populista de extrema izquierda que lidera Pablo Iglesias continúa su acusado descenso en la preferencia de los encuestados, con una pérdida en abril de 1,2 puntos en intención de voto, la mayor de todas que, forzosamente, marca tendencia. En efecto, desde el fulgurante estallido de dicembre de 2014, cuando los sondeos atribuían un empate virtual entre Podemos y PSOE – un 23,2 por ciento frente a un 23,4 por ciento– , el partido de corte bolivariano ha perdido 11 puntos y se queda a diez puntos porcentuales de los socialistas. Entre los consultados, parece que se reajusta la percepción hacia Podemos, que empieza a identificarse como un partido dentro del mismo espectro político que Izquierda Unida. Por su parte, Ciudadanos sigue creciendo ligeramente en intención de voto, hasta el 12 por ciento, con pequeños trasvases desde PP y UPyD. En definitiva, no se ha producido entre la opinión pública española el ventado cataclismo que iba a dinamitar la campaña electoral de los populares, sin duda porque entre sus simpatizantes se asume como evidente que en el asunto Rato ha habido una intervención encubierta del PSOE y sus afines, con la intención de sabotear la campaña al partido en el Gobierno. Opinión que se comparte en el círculo de La Moncloa, lo que aconseja a Mariano Rajoy mantener la estrategia electoral, en el convencimiento de que los ciudadanos comienzan a percibir tanto la mejora en la economía como los riesgos de abocar a las instituciones a la inestabilidad política. Y aunque el PP corre el riesgo de perder posiciones significativas en ayuntamientos y comunidades autónomas –entre otras cuestiones porque parte de un nivel histórico de representación política– , lo cierto es que será el partido más votado en las próximas elecciones del 24 de mayo. También pierde fuerza el PSOE, que arranca de posiciones más modestas pero, frente a los augurios apresurados, no parece que la eclosión populista vaya a arramblar con el sistema.