El irresponsable «Brexit catalán»

El nacionalismo gobernante parece no ser consciente todavía de las consecuencias que tendría una posible independencia de Cataluña. Aunque lo lógico es que lo sepan, no lo quieren aceptar públicamente porque supondría el fin del «proceso». La conferencia que hoy impartirá el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en la sede de la Eurocámara en Bruselas quiere precisamente ocultar que la secesión comportaría el abandono inmediato de la Unión Europea, además de otras instituciones internacionales. En este sentido, nos encontraríamos ante un nuevo Brexit, en este caso liderado por aquellos que quieren abandonar un país, España, que forma parte de la UE desde 1985. Lo único cierto es que los aliados que el «proceso» ha podido sumar a su plan son escasos; para ser más exactos, nulos. Europa no está dispuesta a jugar frívolamente con la aceptación de un referéndum de autodeterminación que no permite la Constitución española, ni ninguna otra de la UE (recordemos la reciente advertencia del TC alemán en contra de las pretensiones de los nacionalistas bávaros). Los únicos partidos que apoyan una aventura de este tipo están en los extremos de la izquierda y de la derecha y comparten su aspiración de acabar con las instituciones europeas. Esta es la realidad y ya es hora de que se explique claramente al conjunto de la sociedad catalana.