El TC frena el órdago separatista

El desafío separatista sufrió ayer uno de los reveses más relevantes que se recuerdan. Las ensoñaciones provocadoras de la Generalitat se estrellaron contra el Estado de Derecho con el único resultado posible. Tampoco sería extraño que los independentistas contaran con esta decisión de antemano. El Tribunal Constitucional anuló las estructuras de Estado creadas por la Administración secesionista de Cataluña, entre ellas la Agencia Tributaria, el plan director de la Administración Tributaria de Cataluña, la elaboración de un catálogo de infraestructuras de Cataluña, el plan director de energía, telecomunicaciones, sistemas de información y transporte ferroviario, el servicio meteorológico catalán y el relativo a grandes centros comerciales en puertos públicos. La decisión fue adoptada de forma unánime por los magistrados, lo que refuerza aún más si cabe el mensaje del Alto Tribunal a las instituciones separatistas, que se empecinan en atropellar las leyes y la democracia en una estrategia irresponsable. La respuesta de los separatistas fue la esperada: la solución es culminar la independencia por las bravas y sin atender no ya al marco legal, sino siquiera a la gente y a sus necesidades. El Constitucional fue concluyente: no hay opción alguna fuera de la Ley. Cuanto antes lo asuman, mejor para todos.