La «no campaña» de ETA en el País Vasco

ETA ha mantenido una inusual falta de protagonismo durante toda la campaña electoral. Acostumbrados durante décadas a que trataran de imponer por la fuerza de la amenaza el tono y la dirección del debate público, llama la atención su ausencia incluso en el discurso de los líderes abertzales más allá de las reivindicaciones de siempre sobre el acercamiento de presos. Una explicación plausible sería que su irrupción en la campaña perjudicaría a EH Bildu, que no puede correr ningún riesgo si quiere conservar la segunda posición por detrás del PNV y por delante de Podemos, su gran rival. Sin embargo, tal y como adelantó LA RAZÓN, se esperaba que la banda realizara algún gesto de desarme para beneficiar al partido proetarra. Finalmente, esa maniobra de cara a la galería no se ha producido y todo apunta a que la inhabilitación de Arnaldo Otegi para presentarse como candidato a lendakari ha tenido mucho que ver. El líder batasuno advirtió de que si el Tribunal Constitucional ratificaba dicha prohibición no habría entrega de armas. Quería ser él quien se llevara todo el «mérito» del desarme y no estaba dispuesto a ceder el protagonismo. No estaría de más que la Fiscalía investigara la relación causa-efecto entre estos dos hechos que hace sospechar, cuando menos, cierto control de Otegi sobre las decisiones tácticas de la banda.