Bilbao

Más crecimiento, más empleo

Mariano Rajoy ha centrado la acción de su Gobierno en la recuperación económica y la lucha contra el paro. Ha dedicado sus mayores esfuerzos a este eje estratégico, como ya anunció cuando llegó a La Moncloa, y no hay otra política en estas circunstancias que las reformas ya emprendidas en el mercado laboral, la estabilidad presupuestaria y el saneamiento del sector financiero. Los objetivos se están cumpliendo, si bien el desempleo es el gran problema estructural de nuestra economía sobre el que hay que centrar todos los esfuerzos, como recordó ayer el Rey en el Foro Global España 2014, que se ha celebrado en Bilbao. «El paro sigue siendo nuestro mayor desafío», dijo. Lo relevante es que España ha invertido la tendencia y, de un escenario que auguraba lo peor, se ha pasado al convencimiento de que estamos en el camino de la recuperación. España se ha ganado el crédito –nunca mejor dicho– en los mercados y ante los inversores: sigue siendo la cuarta economía de la zona euro y la 13ª del mundo, dicho sólo para recordar nuestro verdadero potencial. Tras las reformas emprendidas por el Gobierno, que han supuesto un «cambio estructural profundo», según palabras de Luis de Guindos, y el inicio de una recuperación «tenue y suave», pero que no es una recuperación en falso como la de 2011 –tras la cual el PIB volvió a la recesión– el ministro de Economía advirtió de que hay que mantener el rumbo de las reformas bajo la dirección política del Gobierno. Es decir, el FMI alaba el trabajo realizado en España y a continuación pide más reformas –después de todo, es el organismo que vela por la aplicación ortodoxa de la estabilidad financiera y comercial–, pero no debería olvidar que el Ejecutivo tiene su agenda política. El Gobierno, según los últimos datos, está en condiciones de proclamar la vuelta de España al crecimiento. Christine Lagarde confirma que hemos salido de la recesión, aunque no de la crisis. En esto coincide plenamente con Rajoy. Es decir, hay que crecer para crear empleo. Y hay que crecer mucho más. Los datos son claros: mejora gradual del desempleo; crecimiento de las exportaciones –por encima incluso de la media alemana–; saneamiento del sistema financiero –con bancos que, en muchos aspectos, están por delante de los de la zona del euro, según dijo ayer en Bilbao el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem–; y mejora de la competitividad y de la balanza de pagos sin haber hecho una devaluación. Mariano Rajoy añadió, además, un punto de realismo cuando, en su discurso en el Foro, admitió que la financiación de las pymes es un reto pendiente y pidió a la Unión Europea nuevas medidas para complementar todos los esfuerzos que ha realizado España para dejar atrás la crisis.