España

Otra buena noticia

Los españoles tuvieron ayer una respuesta positiva a su principal preocupación: el empleo. El paro bajó en 64.866 personas en el mes de julio, más del doble que hace un año y suma así cinco meses de caídas. Un descenso que se ha hecho patente en todos los sectores –algo que da alas a pensar en su desestacionalidad–, en ambos sexos y en dieciséis comunidades autónomas. En términos acumulados, la tasa de variación interanual se ha reducido en más de diez puntos desde mayo de 2012. También es importante reseñar que los datos de la afiliación a la Seguridad Social ha subido en 32.890 personas, lo que supone el quinto crecimiento consecutivo en lo que va de año. Sin embargo, y pese a las buenas noticias económicas de los últimos meses, entre las que cabe subrayar la reciente de que la economía española obtuvo en los cinco primeros meses de 2013 capacidad de financiación por primera vez desde 1997, por importe de 2.487 millones de euros, y no fue necesario pedir más dinero prestado del exterior para financiar la inversión interior, nadie desde el Gobierno se da por satisfecho. Los 4.698.814 parados de nuestro país han llevado a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, a afirmar que el Gobierno no está conforme con la bajada del paro en julio y subrayó que sigue trabajando «intensamente» en su agenda de reformas «porque todavía hay muchos españoles que no tienen la oportunidad de un empleo». España tiene ante sí mucho trabajo por delante, y a ello se afana el Ejecutivo que cumple, paso a paso, sus planes para volver a la senda del crecimiento. Una tarea en la que ha recibido el respaldo de la Unión Europea y de sus socios, además de los cambiantes comentarios y recomendaciones de algunos organismos internacionales. Unos objetivos construidos sobre una reforma laboral que comienza a dar sus frutos, pese a los vaticinios más agoreros de la izquierda y los sindicatos, y que tiene en la reforma de la Administración –empeño personal de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría–, su exponente más claro de la voluntad del Gobierno de acometer una regeneración institucional y económica que salvaguarde a España ante cualquier crisis venidera. Otra de las grandes reformas del Ejecutivo, la educativa, cumple plazos para su puesta en marcha cuando ayer se conoció que el paro registrado entre los jóvenes menores de 25 años se ha reducido un 5,6% en los últimos doce meses. Los que acusaban al Gobierno de trabajar sólo para lograr buenas cifras macroeconómicas, de estar enfrascado en aumentar las exportaciones y rebajar el endeudamiento del Estado tienen, mes tras mes, la prueba de que las reformas en favor de la competitividad alcanzan también a los ciudadanos. Las cifras de empleo no dejan lugar a dudas sobre el éxito y la continuidad del cambio de tendencia.