Bruselas

Pensiones revalorizadas

El debate en el Congreso sobre la reforma de las pensiones ha sido otra oportunidad perdida para alcanzar un acuerdo entre las grandes fuerzas políticas y blindar así de la lucha partidista un asunto que trasciende gobiernos y legislaturas. Pero la demagogia de una izquierda más interesada en erosionar al Gobierno que en resolver los problemas de los ciudadanos ha frustrado todo amago de pacto. Especial responsabilidad ha tenido el PSOE, que como partido de gobierno sabe a la perfección lo importante que es preservar el consenso en el Pacto de Toledo, a pesar de lo cual se ha embarcado en un maximalismo nada constructivo. Los dirigentes socialistas parecen haber olvidado que fueron ellos, cuando gobernaban, los que, por no haber tomado medidas a tiempo, congelaron las pensiones, y que su reforma de 2011 fue un maquillaje inservible para guardar las apariencias ante Bruselas. Lo cierto es que el sistema público de pensiones ha entrado en barrena y corre serio peligro de colapso si no se toman medidas correctoras de cierta envergadura. Los expertos auguran que el déficit acumulado del sistema alcanzará los 47.000 millones en 2016; teniendo en cuenta que en la hucha ya sólo quedan 58.000 millones, la conclusión no ofrece lugar a dudas. La razón es obvia: desde 2008, el sistema ha perdido tres millones de cotizantes al mismo tiempo que se han incorporado medio millón de pensionistas. Otro dato revelador es que en los últimos diez años el gasto en pensiones contributivas ha pasado de 62.000 millones a 108.000 millones de euros, es decir, un 76% más. Frente a la elocuencia de estos datos, que no son discutibles, el PSOE se limita a practicar la política del avestruz y a descalificar la propuesta del Gobierno con el argumento de que los pensionistas perderán poder adquisitivo. Ni una sola sugerencia o alternativa a cómo hacer frente al déficit galopante, como si lo importante fuera cuánto van a subir las pensiones, en vez de hasta cuándo se podrán pagar. Pero es que ni siquiera en este punto de las revalorizaciones tienen razón. Según un estudio que hoy publicamos, es probable que este año las pensiones ganen poder adquisitivo y su revalorización alcance los mil millones de euros. En el peor de los escenarios, que el IPC de noviembre (el que sirve de referencia) se eleve al 0,9%, la revalorización será superior a los 600 millones; pero si el IPC se sitúa en el 0,5%, como apuntan las previsiones, entonces el incremento superará los 1.047 millones de euros. Los pensionistas más beneficiados, en todos los casos, serán los que cobren menos de mil euros al mes. Son estimaciones alentadoras, aunque no debe olvidarse que la cuestión medular es garantizar la sostenibilidad del sistema no sólo en los próximos diez años, sino para las próximas generaciones.