Internacional

Trump instaura la no diplomacia de Twitter

La Razón
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El estreno del presidente de EE UU en la escena internacional no ha podido ser peor. Una semana en el cargo le ha bastado para dinamitar el equilibrio comercial en Asia y declarar la guerra a su vecino del sur. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, no tuvo más remedio ayer que cancelar la visita prevista para el martes después de que Donald Trump le advirtiera de que si va a EE UU para decirle que no va a pagar el muro mejor que ni se moleste. Nadie esperaba que Trump hiciera gala de unas buenas maneras que nunca ha exhibido, pero la zafiedad demostrada en sus primeros pasos ha superado todas las expectativas. El mandatario directamente ha eliminado cualquier vestigio de la diplomacia que se le presume al líder de un país democrático, no digamos ya si se trata de la primera potencia del mundo libre. Trump ha instaurado en siete días la no diplomacia de Twitter, el método elegido también por Peña Nieto para comunicar su decisión. Al margen de su ideología, resultan realmente alarmantes las formas exhibidas, mucho más próximas al líder surcoreano o al ya fallecido Fidel Castro. Sobre todo porque no acertamos a entender qué pretende sacar de tan penosa actuación una vez conquistada la Casa Blanca. Desde el otro lado del charco, el Rey le dio ayer una lección que haría muy bien en aprender: Felipe VI destacó los lazos que unen a España y a EE UU y declaró que espera unas relaciones al nivel de la excelencia acostumbrada.