Una comisión del Senado muy necesaria

Que los mismos que han montado, merced a la aritmética de los votos, una causa general contra el Partido Popular en el Congreso se rasguen las vestiduras porque ese mismo Partido Popular pretenda bucear en la financiación de sus rivales no sólo demuestra poco «fair play», sino la nula intención de cooperar lealmente en la lucha contra la corrupción política. Ayunos de otros argumentos políticos con los que sostener su oposición, Podemos y el PSOE, con Ciudadanos de compañero de viaje, pretenden alimentar el estigma de la supuesta corrupción del PP hasta las próximas citas con las urnas. No entramos a discutir sobre la eficacia de esa táctica electoralista que, a tenor de actuaciones como la del diputado Toni Cantó, acosando a un anciano con las mismas insidias de las que ya fue absuelto por el Tribunal Supremo, puede resultar contraproducente, pero sí advertir de que la Comisión del Congreso puede caer en una actuación contra el funcionamiento de la Justicia. Problema, el de interferir con los tribunales, que, sin embargo, no existe en la Comisión del Senado que pretenden boicotear los principales partidos de la oposición. Además, de la primera sesión de ayer, sobre la financiación de Ciudadanos –partido que protagoniza el 67 por ciento de todas las irregularidades detectadas por el Tribunal de Cuentas–, hay que concluir que esa Comisión parece cada vez más necesaria.