El desgobierno griego que representa Syriza le ha supuesto al país en dos semanas una carísima factura. Las cifras son las que son y no las que la izquierda populista española, por ejemplo, pretende que sean: la Bolsa ha perdido el 9,9%, los bancos griegos se han dejado el 31% de su valor, la fuga de capitales se ha disparado hasta los 14.000 millones de euros y la prima de riesgo ha aumentado 170 puntos básicos. Trasladada la situación a un hipotético escenario en España, el batacazo sería enorme. Una amarga lección.
El experimento griego sale demasiado caro
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