Déficit autonómico
El Gobierno regala despilfarro
El Gobierno socialista tiene decidido que una de las claves de su política económica sea liberar a las administraciones de todo corsé y freno para que sean satisfechas sus insaciables necesidades de gasto de dinero público. Esta voluntad, personificada en la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quedó de manifiesto de nuevo ayer en su primer Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), al que plantó Cataluña, pues sólo admite la bilateralidad, privilegio consentido por el Ejecutivo que no gusta ni a las comunidades socialistas. Al relajamiento del objetivo de déficit, que engordará las arcas autonómicas en 2.400 millones, se suma que la ministra tiene la intención de reestructurar la deuda de las comunidades para que incluso puedan volver a los mercados. Es una decisión que beneficia a los territorios más endeudados, aquellos que no se apretaron el cinturón cuando otros pasaron las de caín para cumplir con la estabilidad presupuestaria. Un agravio, en suma, y un gesto político especialmente dedicado a Cataluña y la Comunidad Valenciana. Para redondear el dispendio, Montero torpedeará la regla de gasto. Así, comunidades y ayuntamientos podrán disponer del superávit si lo tuvieran. Decretado el estado de despilfarro. Una victoria electoral bien vale endeudarse hasta las cachas.
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