El Gobierno se previene de la trampa de Mas

La reforma urgente de la Ley del Tribunal Constitucional, por la que se dota a la institución de la capacidad de hacer cumplir sus resoluciones de manera directa, no ha venido dada por un capricho del Gobierno, sino como medida de prevención ante la hipótesis de que Artur Mas quisiera aprovechar la disolución de las Cortes para llevar a cabo su proceso de «desconexión». En efecto, la aplicación del artículo 155 de la Constitución exige la mayoría absoluta del Senado. Así, el Gobierno ha dotado al Estado de un instrumento que pueda desarmar la trampa de Mas.