El Vaticano tira de manual diplomático

El Gobierno explotó con la pirotecnia habitual una declaración de salida del ex nuncio Renzo Fratini que cuestionaba la polémica abierta con la exhumación de Franco. Ya que el general sigue en Cuelgamuros, al PSOE le sirvió para atizar una de sus brasas favoritas. La queja monclovita llegó a San Pedro y el Vaticano, para honda y pueril satisfacción del Ejecutivo, replicó que Fratini habló, claro, «a título personal» y que la posición de Roma es conocida. La diplomacia vaticana sacó el capote. Larga cambiada y a otra cosa.