La batalla perdida de los indecisos

El primer debate electoral de las presidenciales de EE UU dejó una clara vencedora, la aspirante demócrata Hillary Clinton. La ex secretaria de Estado ofreció su mejor versión y ganó por goleada a un Donald Trump que hizo verdaderos esfuerzos de contención por parecer más presidenciable. Sin embargo, los dos perdieron la batalla que realmente se libraba allí: convencer a los millones de indecisos que no saben a quién votar el próximo nueve de noviembre. Y no lo saben porque ninguno encarna el ansiado «cambio» de rumbo que quieren los estadounidenses. Mientras Clinton se muestra incapaz de sacudirse la imagen de la perfecta representante del «establishment», el discurso radical de Trump pronto se revela hueco y sin fundamento. Aunque aún quedan dos debates, los candidatos perdieron una oportunidad de oro para llegar a la audiencia que decidirá quién se sienta en el Despacho Oval.