Los socialistas galos ponen los pies en el suelo

«No podemos vivir por encima de nuestras posibilidades». La frase es del primer ministro socialista francés, Manuel Valls. Lo dijo ayer para justificar el intenso paquete de recortes de su Gobierno, que contempla la congelación de las pensiones, de los sueldos de los funcionarios y de las prestaciones sociales. Valls argumentó que el plan de ajuste «es la base de la credibilidad y de la confianza», más allá de que Europa lo exija. El discurso nos suena. Supone que la izquierda gala baja a la tierra y se da un baño de realismo. No es probable que el efecto contagio sobrepase los Pirineos y alcance al PSOE.