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Podemos, en fase depresiva, pierde fuelle

Podemos parece inmerso en un síndrome pseudodepresivo. Su carácter ciclotímico ha calado incluso entre sus simpatizantes. Y es que los resultados de las elecciones andaluzas no se han digerido bien porque no es igual ganar que convertirse en una comparsa dispuesta a pactar con la casta de izquierdas. Las cifras de partipación en los últimos procesos internos de Podemos certifican el desencanto. De los comicios para elegir a los barones regionales a los que se realizaron para designar a los candidatos a las autonómicas, el censo cayó en 30.000 votantes. Todo un bajonazo.