El desafío independentista
Puigdemont apura su minuto de gloria
Carles Puigdemont se resiste a dejar el escenario y apura su minuto de gloria, que no es, precisamente, la de Cataluña. La última astucia, condenada al fracaso, consiste en presentarse a una investidura a distancia que será anulada por los tribunales y que sólo servira para alargar el bloqueo político que sufre la región y que, cuanto más se prolonga, causa más perjuicios a los intereses de sus ciudadanos. En la vida hay aceptar que el telón baja y que se apagan las luces al final de la representación.
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