Un portavoz europeo que no merece serlo

Los nuevos criterios en el reparto de los fondos del programa Erasmus depararón ayer un episodio nada ejemplar protagonizado por el portavoz de Educación de la Comisión Europea, Dennis Abbott. Habló de «basura» para calificar la inquietud expresada por España sobre las consecuencias de los cambios. Luego, en un intento baldío de rectificación, casi lo empeoró y aseguró que fue «en respuesta a un periodista». Abbott puede discrepar del criterio del Gobierno, pero ni el exabrupto ni la grosería refuerzan sus razones y, en cambio, sí le descalifican.