Sin Perdón

La indigna amnistía de Sánchez

«A partir de este martes concluye el compromiso del pacto de investidura y el inquilino de La Moncloa se queda sin la mayoría parlamentaria»

Este martes se ha publicado la ley de Amnistía en el BOE. Es la mayor indignidad política perpetrada por un presidente del Gobierno desde la Transición. Por ello, su mandato será recordado por haber comprado el cargo como sucedía con algunos oficios públicos en el Antiguo Régimen. Se ha tomado su tiempo en mandarla al BOE para demostrar tanto su poder ante Puigdemont como que no le urgía. Es bueno recordar que en otras ocasiones lo ha hecho al día siguiente de su aprobación por las Cortes. Es la enésima demostración de que las instituciones están a su servicio. Estamos ante una inconstitucionalidad de manual, salvo por los pseudojuristas sanchistas y Conde-Pumpido y las magistradas que controla en el TC que blanquean las chapuzas jurídicas de Sánchez. La norma tiene un origen ilegítimo, pero también lo es su finalidad, porque consagra la impunidad de los independentistas. La Justicia no es igual para todos y Sánchez es capaz de impulsar una mutación constitucional con el objetivo de satisfacer su ilimitada ambición. El despropósito es tan enorme que sirve para definir su ausencia de principios. La amnistía es una ley injusta y, por tanto, es impropia de una democracia.

El único aspecto positivo es que libera a Puigdemont y su partido de cualquier vínculo con el PSOE. A partir de este martes concluye el compromiso del pacto de investidura y el inquilino de La Moncloa se queda sin la mayoría parlamentaria. En este caso, además, no puede chantajearle como hace con el PNV que sabe que si no le apoya en el Congreso se acabará su gobierno en el País Vasco y los socialistas harán que sea sustituido por Bildu. La amenaza es clara y directa. El expresidente catalán no tiene ningún incentivo o interés en la continuidad de un gobierno de izquierda radical y populista. No tardará mucho en regresar a Cataluña y asistirá al debate de investidura de forma presencial. Con la amnistía en vigor es complicado aplicar las medidas cautelares. A esto hay que añadir que el PSC votará en contra de su investidura mientras que Junts lo hizo en su favor sin importarle que no ganó las elecciones. No veo cómo garantizará Sánchez la estabilidad de la legislatura o impedirá que el PP se vea obligado a presentarle una moción de censura ganadora.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).