Opinión

«Obsceno, egoísta y despectivo hacia España»

«Rebasa todos los límites y es obsceno, egoísta y despectivo hacia el resto de España». Así es calificado el preacuerdo de Sánchez con ERC para investir a su candidato Illa como presidente de la Generalitat

«Rebasa todos los límites y es obsceno, egoísta y despectivo hacia el resto de España». Así es calificado el preacuerdo de Sánchez con ERC para investir a su candidato Illa como presidente de la Generalitat y seguir él en la Moncloa, –no por Feijóo ni por Abascal–, sino por Emiliano García-Page, el único presidente socialista que obtuvo la mayoría absoluta el 28 M en las elecciones autonómicas. Y no sólo él, sino hasta cinco barones socialistas coinciden en rechazar ese acuerdo que rompe el modelo de financiación de la LOFCA con un concierto económico y fiscal encubierto para comprar los votos de ERC en el Parlament y en el Congreso. En ningún artículo de la Constitución se afirma que España se organiza territorialmente como un Estado federal, y ahora resulta que para Sánchez esa cesión fiscal para investir a Illa, es una magnífica noticia porque es «un paso en la federalización de España». Llevamos ya demasiado tiempo con su persona actuando como si fuese Luis XIV para quien el «Estado era él», aunque el «Rey Sol» podía decirlo con algún fundamento. En su habitual comparecencia estival, hizo un balance triunfalista de su gestión mientras el «ultraderechista» presidente García Page le contraprogramó con una contundente moción de censura contra su gestión. Resulta ofensivo para los españoles que Sánchez se explaye en expresar su «reconocimiento y respeto» a ERC, partido separatista y protagonista de sendos golpes de Estado en 1934 -contra el legitimo gobierno de la República- y en 2017 contra la unidad nacional, fundamento de la Constitución, y cuyos dirigentes no han expresado ningún tipo de arrepentimiento sino todo contrario como respuesta a su indulto y amnistía. También resulta ya demasiado que se atreva a ufanarse diciendo que la normalización política y social ha llegado a Cataluña y España con él «reconstruyendo los puentes que otros destruyeron». ¿Quien destruyó esos puentes Pedro Sánchez? ¿ El gobierno legítimo de España y el Estado de derecho, o los golpistas a quienes tú alabas y compras sus votos? Ahora se va de vacaciones tras querellarse acusando de prevaricación al Juez por haberse atrevido a citarle a declarar como testigo en la Moncloa, sin respetar a la «institución de la presidencia del gobierno». Respetarla debe ser lo que hace él con un caso de presunta corrupción en los negocios, del que todavía no ha dado ni una sola aclaración. ¿Alguien cree que a Begoña Gómez le habrían otorgado una cátedra extraordinaria en la Universidad Complutense y obtenido tantos millonarios patrocinios si no fuera la mujer del presidente del gobierno? ¿Eso es respetar la presidencia del gobierno? Basta ya, Pedro Sánchez.